Crítica

Cientos de personas, hambrientas, desesperadas y apuradas. Realmente no lo comprendo del todo ¿Será que esa es la naturaleza del hombre actual?, es realmente extraño pensar que la vida corre en esa dirección que solemos llamar "apuro", yo me detengo a ver a la gente, la saludo cordialmente, una tras otra, con una sonrisa, si bien falsa, que sobrepasa mi propio rostro, algunos me corresponden el saludo, otros simplemente pasan de mí, de repente se me olvida sonreír y me llegan los "retos" de los jefes, porque no importa cuán mal y cuán cansada este una persona, estamos obligados a sonreír y saludar según el momento del día que estemos, es bastante injusto, y mucho más dándose cuenta que nos pagan una miseria por ser los actores que somos frente a tantos rostros conocidos pero desconocidos. es cosa de la vida, es cuestión de la sociedad actual, más nos vale probar suerte en algún canal de televisión, total ya tenemos práctica en eso de la actuación, porque convengamos que sonreír no es tan fácil como se podría pensar pero tenemos que hacerlo y seguir haciéndolo, pero sin olvidar ocultar las ojeras bajo una base de maquillaje, no podemos demostrar el cansancio, porque al final somos máquinas, robots diseñados para trabajar sin descanso.
Esta es la magia del capitalismo, los restos de las falsas promesas y palabras hermosas que nos entregó la famosísima revolución industrial.
trabajar para sobrevivir y no morir antes de darnos cuenta que nuestros sueños no son más que eso y que no existe más que el trabajo sin fin para poder mantener la descendencia y el bolsillo de los más ricos, que a costas nuestra se enriquecen aún más.

No es pensamiento anarquista, confío en la democracia, aunque hoy en día sea solo figuritas pegadas en una casa de gobierno que más bien parece circo por todas las cosas absurdas que han hecho en el último tiempo y que solo han logrado convertir al país en el desastre que es hoy en día.

Extenderme más sería inútil y solo una repetición de lo anterior, no obstante da qué pensar pues estamos insertos en este tipo de sociedad que no respeta nada y a nadie, ni siquiera las autoridades públicas se hacen respetar... La triste realidad.